Un día como hoy hace 25 años cerró el telón de los vigesimoquinto Juegos Olímpicos de verano Barcelona 92 y con ello uno de los capítulos más exitosos de la historia del olimpismo.
Barcelona y España demostraron que a través del deporte se puede hacer una planificación estratégica de desarrollo que impacte todas las actividades de negocio de una ciudad, y que a través de la creación de líderes deportivos se generan modelos a seguir de bienestar para la sociedad que impulsan a una generación completa.
Desde que en 1986 Barcelona ganara sobre Paris la sede de los Juegos Olímpicos, el Estado español y el sector privado se unieron y crearon en 1988 el programa ADO, para a través de este becar a los deportistas de élite del país y catapultarlos hacia el éxito deportivo.
Dicho éxito no se hizo esperar. Unos Juegos Olímpicos brillantemente ejecutados y una inversión estratégicamente planificada dieron a España su mejor registro histórico; muy por encima de las expectativas. Este resultado elevó el orgullo español y hay quienes se atreven a decir que gracias a Barcelona 92, fue la primera vez que España pudo mirar de igual a igual a los demás países desarrollados de Europa y dejar de sentirse como “el hermano pobre del sur”, para comenzar a convertirse en uno de los países líderes de ese continente.
Barcelona 92 fue tan exitosa que un estudio de Oxford Olympics de 2015 destaca que desde 1952 a la fecha, han sido los juegos olímpicos de mayor impacto en una ciudad y de mayor retorno de inversión con un estimado de 266% para un total de 9 mil 700 millones de dólares de retorno.
Pero para que esto sea posible tiene que haber una política de Estado decidida a invertir estratégicamente en deporte para que se puedan cosechar los éxitos a futuro. Esto es difícil porque, al igual que en educación, los resultados no son a corto plazo y es casi impredecible poder pronosticar con exactitud el tiempo en que se verá y la dimensión que tendrá dicho impacto.
Ya en República Dominicana contamos con una asociación parecida a ADO España que invierte en los atletas de alto rendimiento del país, llamada Creando Sueños Olímpicos (CRESO). Esta trabaja junto al Ministerio de Deportes para tratar de tener el ciclo olímpico más exitoso de la historia del país. Aunque hablar de política de Estado de inversión en deportes es ir mucho más allá.
A largo plazo hay que entender que invirtiendo en deporte y la educación de nuestros atletas, creamos líderes de la sociedad que se convierten en modelos a seguir de toda una generación. Barcelona 92 lo demostró, su héroes olímpicos inspiraron a una generación de jóvenes que se convirtieron en deportistas de élite como Rafa Nadal o Paul Gasol, solo por mencionar dos de los más populares.
Nuestro país ya tiene unos cuantos héroes olímpicos encabezados por Félix Sánchez y Gabriel Mercedes, que quieren trabajar a favor del deporte nacional. Junto a ellos y a una política de estado de inversión a largo plazo podemos lograr grandes cosas en Tokio 2020 y en Paris o Los Ángeles 2024; pero más importante aún, podemos impactar positivamente en cientos de niños y jóvenes que tendrán en estos atletas el modelo a seguir para alejarse de los malos pasos y convertirse en hombres de bien y con estudios profesionales.
Barcelona 92 inventó la rueda, aquí solo necesitamos ponerla a rodar.
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